Ir al contenido principal

¿Cusco o Cuzco? Prefiero Cusco

Plaza de  Armas del Cusco. Foto: Facebook de Cusco Mágico
Hay una controversia bastante interesante sobre cómo se debe escribir el nombre de una de las ciudades más emblemáticas de Latinoamérica. Cuando nací, el nombre ya estaba establecido como Cusco, y nunca se me había ocurrido contradecirlo. Luego, en la época del señor Daniel Estrada Pérez, uno de los alcaldes más influyentes de esta ciudad, el nombre se cambió a Qosqo, retomando la pronunciación y la escritura quechua. Años después, bajo el gobierno de otros alcaldes, el nombre regresó a Cusco. Ahora, algunos académicos, como el antropólogo Jorge Flores Ochoa y el lingüista Cerrón Palomino, aducen que la escritura correcta de la ciudad es Cuzco, con “z”.

El Dr. Flores considera que los primeros incas que aprendieron el castellano y la gran mayoría de cronistas españoles escribieron de forma abrumadora Cuzco, excepto Garcilaso de la Vega, quien escribió Cozco. Así pues, el nombre de la ciudad siempre se escribió con “z”, hasta que en 1979 un influyente periodista y trabajador del Cabildo argumentó que Cuzco significaba “perro pequeño”, como así se consigna en el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española. Este argumento fue suficiente para que la Municipalidad Provincial, mediante edicto, cambie el nombre de la ciudad a Cusco.[1]

Recuerdo que el profesor Cerrón Palomino, en sus clases de lingüística andina, nos decía que la palabra Cuzco era de origen aimara (no quechua, como se cree), y significaba “mojón de piedras donde se posó la lechuza”. A los cusqueños, hinchados de cusqueñismo e incanismo, no nos caía nada bien esa hipótesis.[2]

Recuerdo además que cuando niño, durante los almuerzos familiares, era constante el debate de si debíamos escribir “Cusco” o “Cuzco”. Uno de los argumentos era que la “z” no era pronunciada en nuestro castellano andino. No hay forma de que los cusqueños de hoy podamos pronunciar la zeta de manera consciente. Es más, cuando la “z” aparece en el final de la palabra o en medio de las sílabas, siempre la pronunciamos como “s”. Así por ejemplo, no decimos Cuzco, sino Cusco, tampoco decimos fluidez, sino fluides. Incluso pronunciamos “pas” en vez de “paz”. 

Otro de los argumentos era que no somos españoles, así que no había razón para decir “Cuzco”. Nuestros sentimientos anti-hispanistas y nuestra condición incanista lo impedían. No teníamos por qué obedecer a la fonética española, incluso como sátira simulábamos hablar algunas palabras como españoles.

Cuando conversé con un amigo sobre la controversia “Cuzco” o “Cusco” para saber su posición, recibí de él un ejemplo muy concreto. Me dijo, “a ver, veamos cuál de las dos opciones es más famosa en el buscador de google”. Cuando hicimos el experimento, la palabra Cusco arrojó cerca de 4 millones de resultados, frente a Cuzco, que arrojó un millón. No había duda que la preferencia era por Cusco, aunque ambas palabras hacían referencia a lo mismo: “a la ciudad del sureste del Perú ubicada en la vertiente oriental de la Cordillera de los Andes, en la cuenca del río Huatanay, afluente del Vilcanota”.[3]

El argumento del “perro pequeño” utilizado para cambiar el nombre de la ciudad nunca me ha gustado. Dejarse llevar por él es como reconocer un complejo de inferioridad. El argumento del cusqueñista en extremo anti-hispanista también me parece fútil ¿A qué viene seguir esgrimiendo el insustancial orgullo incanista y cusqueñista? ¿A qué viene seguir construyendo el orgullo en base al enfrentamiento con el otro? Quitar la “z” de la palabra “Cuzco” por el solo hecho de que la “z” es símbolo de lo español es como plantear que los cusqueños deben cambiar sus apellidos españoles por algún otro. Ahora, el argumento “google” me parece uno a considerar, ya que las redes virtuales parecen haberse convertido en una especie de democracia virtual implícita.

En fin, a mí me parece más saludable hacer o justificar el cambio de la “z” por la “s” debido a la forma en que los cusqueños pronunciamos el nombre de nuestra ciudad. Pienso que la gramática contemporánea debe ser permisible a estos cambios lingüísticos y a las preferencias colectivas. Sin lugar a dudas la mayoría de los cusqueños y quienes viven en los alrededores no pronuncian con claridad la “z”, y en vez de eso pronunciamos la “s” con mucha facilidad. No tengo argumentos lingüísticos, ni históricos, ni incanistas, ni antihispanistas, ni apasionamientos, solo puntualizo el hecho de que escribamos como hablamos, y esto no es más que un argumento sencillo. En conclusión, prefiero escribir y pronunciar Cusco, porque tanto la pronunciación como la escritura es una abrumadora opción colectiva de los cusqueños de hoy en día.





[1] Ver: FLORES OCHOA, Jorge. 2014. “Cozco, Cuzco, Qosqo, Cusco, Kosko”, p. 7-13. En: El Antoniano. Revista Científico Cultural de la Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco (Cusco), Tomo 24, N° 126. Disponible en: http://www.unsaac.edu.pe/investigacion/publicaciones/126/Antoniano126.pdf
[2] Ver: CERRÓN PALOMINO, Rodolfo. 1997. “Cuzco y no Cusco, ni menos Qosqo”, p. 165-170. En: Histórica (Lima), Vol. XXI, N° 2; CERRÓN PALOMINO, Rodolfo. 2008. “Cuzco, la piedra donde se posó la lechuza. Historia de un nombre”. En: Voces Del Ande. Ensayos sobre onomástica andina (Lima: PUCP). Otro texto sería el de: CARRIÓN ORDOÑEZ, Enrique. 1993. “Cuzco, con z”, p. 267-270. En: Histórica (Lima), Vol. XVII, N° 2.

Entradas populares de este blog

La Hurk'a ¿Ayni o Mink'a?

Los mayordomos, intermediarios de la Virgen Resumen En el presente artículo se describen y analizan las principales características y funciones de la hurk’a en el sistema de cargos o mayordomías de la festividad religiosa de la Virgen Inmaculada Concepción del Cuzco o “la Linda” de la Catedral. Se propone que la hurk’a es una forma ritual que los mayordomos utilizan para comprometer el apoyo de los feligreses, simulando la estructura de una mink’a. Abstrac This article describes and analyzes the principal characteristics and functions of the system hurk'a charges or “mayordomías” in the religious festivity of the Immaculate Conception of Cuzco, or "la Linda" of the Cathedral. It is proposed that hurk'a is a ritual used for the stewards to engage the support of parishioners, simulating the structure of a mink’a . Palabras clave INTERCAMBIO, RECIPROCIDAD, REDISTRIBUCIÓN, HURK’A, MINK’A, AYNI, SISTEMA DE CARGOS, MAYORDOMÍAS, VIRGEN

Alejandro Toledo y los Símbolos Incaicos

Donaldo Humberto Pinedo Macedo. [1] Fuente de la foto: Sarmiento 2001: 27-28 Introducción. Los partidos políticos construyen y disparan diversas estrategias ideológicas con la finalidad de lograr un grado de aceptación. Un camino sería utilizar elementos simbólicos comunes, sin embargo, la población no concibe una lectura única y consecuente de ellos. Entre los elementos más connotados que sumó el partido político Perú Posible para ganar las preferencias de los electores peruanos tenemos: La lucha por la democracia y la corrupción; la expropiación de una economía de mercado propia, viable y con sentido humano y; la incautación de elementos simbólicos demarcados por la reminiscencia del antepasado incaico (recordemos que Alejandro Toledo se autodenominó en su última campaña política como Pachakuteq). Los tres puntos confluyen y se contraponen constantemente, sin embargo, la configuración y posterior propagación de este discurso entremezclado tiene diversos impactos en la per

La Hurk'a en la Fiesta de La "Linda de la Catedral"

                                        Silvia Sonia Bonet Gutiérrez y Donaldo Humberto Pinedo Macedo . [i] Panes hurk'a recién horneados Resumen. La hurk’a es el símbolo del intercambio en la festividad de la Virgen Inmaculada Concepción ; en ella participan los mayordomos, la Virgen, los devotos permanentes y los participantes eventuales, quienes construyen su relación recíproca en base a la devoción y a las relaciones productivas amicales y de parentesco consanguíneo y ritual. La hurk’a, como proceso, se divide en cuatro partes: la adquisición de los bienes iniciales, dar, recibir y devolver. Introducción. La reciprocidad es la fuerza moral más importante de la cotidianeidad cusqueña. Sus términos existen en intercambios económicos y simbólicos de diversa índole y magnitud. Uno de ellos, talvez el más importante por su impacto social y sagrado, es el intercambio recíproco entre las fuerzas sobrenaturales y los hombres. Con mucha razón Marcel Mauss escribió “e s

Un domingo en la FIL Cusco 2016

Una Feria te da la oportunidad de experimentar emociones propias, aunque el marco sea una oferta unívoca de libros y arte. Este fue mi caso en la tercera edición de la Feria Internacional del Libro, organizada por la Dirección Desconcentrada de Cultura del Cusco. Cuando llegué, mi primera impresión fue ¡¿Esto es un garaje!? Pero la bulla del gentío en los pasadizos y el movimiento en los auditorios me ubicó otra vez en el escenario de una feria. Todo sea por los libros, dije. Al final de cuentas, nunca, en ningún episodio de la historia, un libro se ha quejado de la forma en que termina en manos de su lector. Por ello, incluso, sus propios autores callan. En resumidas cuentas, el reto de un libro es convertirse en “tinta indeleble”, es decir, lograr su trascendencia en el tiempo, como el Quijote, de Cervantes, con más de 400 años de vigencia en la lengua castellana.  En definitiva, los libros se apropian de cualquier escenario en donde haya un lector interesado. En la FIL

El Comportamiento de La "Linda de la Catedral"

                                                                      Silvia Bonet Gutiérrez y Donaldo Humberto Pinedo Macedo. (Este artículo fue publicado en:  El Antoniano. Revista científico cultural de la Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco.  2005. Año 15, N° 107, p. 48 – 52 ). "La Linda" Inmaculada Concepción del Cusco El título que hemos elegido para este ensayo confunde a cualquier lector acostumbrado a la observación objetiva. Éste sabe muy bien que ningún objeto posee personalidad y mucho menos manifiesta comportamientos, pues ambas condiciones son inherentes y exclusivas del hombre . En esto último tienen razón, empero, cada humano y su grupo elige la forma de ver el mundo, las cosas, a los demás y a sus deidades. Gabriel Marcel (1889-1973), filósofo católico, dramaturgo y crítico francés, sostenía que los individuos tan sólo pueden ser comprendidos en las situaciones específicas en que se ven implicados y comprometidos. Marcel ab